El bandido de Lomas

La política puede ser muy cruel: hoy estás en la cima y mañana estás comiendo estiércol. Tal es el caso del sorete de Lomas. Aquel que supo ser derrotado por el sorete traidor y panqueque, a pesar de dicha derrota se ganó un lugar importante dentro del movimiento sorete. Gobernó la intendencia de Lomas de Zamora, una de las más desiguales del conurbano, con centros urbanos modernos y barrios residenciales casi de opulencia, que conviven con las más atrasadas villas miserias. El muchacho supo gobernar estas tierras desde uno de los barrios más caros de la ciudad de Buenos Aires: Puerto Madero. El poder de este hombre era significativo, hasta se lo nombró más de una vez como posible candidato a gobernador o incluso la presidencia. Pero, últimamente, su vida personal se tornó algo caótica: se separó de su mujer, una conocida ex modelo y actual conductora televisiva, la cual arrastra uno de los mitos urbanos más inquietantes, que hoy no vienen al caso, pero que, después de todo, ahora cierra todo. Se dice que le reclama una compensación por la separación a su ex, de unas 8 cifras en moneda fuerte, es decir no la nuestra: dólares, porque mierda no voy a mencionarlo. Pero eso no quedó ahí: cual dandy multimillonario, este sorete, no se amilanó, quizás para dar celos a su ex, o para dejar en claro a la sociedad que seguía siendo un macho alfa de aquellos, se fue de vacaciones a Marbella con otra “modelo”, que también arrastra tras de sí, el karma de prostitución vip. Se la había vinculado con otro sorete ex gobernador y ex candidato a presidente: el sorete manco. Es decir, ya se sabe a qué se dedica está señorita, se sabe cómo se gana el pan… no precisamente con el sudor de su frente… no sé si me explico (aquí vendría bien insertar un emoji guiñando un ojo y sacando la lengua afuera de costado). Lo que pasó es que la señorita subió unas fotos como si estuviera con un “nn”, cual enamorada, en la que se muestra en un yate de lujo en malla mostrando sus atributos y todo tipo de regalos costosos, para que tenga la gilada: así vive la casta, podría titular algún diario libertario, si es que lo hubiera. La reacción indignada de los medios de prensa no se hizo esperar: se armó tal escándalo, que el sorete de Lomas, se vio obligado a renunciar, a pocas horas del primer debate presidencial. Si bien por el momento el de Lomas ocupaba un cargo provincial, era innegable que la mierda lo iba a salpicar al sorete panqueque, y de hecho, así fue: los otros candidatos, más que nada las otras, se encargaron de mencionarlo en el debate. El panqueque por supuesto no se dio por enterado, y aprovechó una pregunta de un periodista, cuando ya estuvo finalizado el debate, para decir que el sorete de Lomas también debería renunciar a la candidatura a concejal en su distrito. No se sabe si también lo hará, pero es muy probable que así lo haga. Surge una cuestión: no hubiera sido más fácil para el sorete de Lomas decirle a su pareja eventual, que se abstuviera de sacar fotos y en todo caso de subirlas a sus redes. Con ese simple gesto se hubiera evitado todo esta complicación. Quizás le ganó ese sentimiento de impunidad y omnipotencia que suelen tener los que ejercen el poder, sobre todo los soretes. Quien sabe, lo único seguro es que a este sorete hoy le tocó perder.