martes, 11 de junio de 2024

El auténtico

A juzgar por los retratos que han llegado hasta nuestros días, el joven Fernando VII no era un tipo muy agraciado. Es más, se podría decir que tenía bastante cara de estúpido, de boludo como decimos los argentinos. Si se analizan los sucesos que culminaron con las independencias de la gran mayoría de los territorios del Imperio español en América, interpretándolos como la disolución de ese Imperio, es de señalar la absoluta impericia de su monarca. Está más que claro que Fernando VII nunca estuvo a la altura de su cargo. Como para no ser demasiados impiadosos con el hombre hay que decir que sufrió la tormenta perfecta: eran tiempos de cambio y de convulsión y se necesitaba un espíritu sereno y perspicaz, cosas que evidentemente este muchacho no tenía. Ya desde las abdicaciones de Bayona en las que Napoleón muestra su gran astucia, hasta los momentos en los que, luego de ser derrotados los franceses, el rey pretende que “aquí no ha pasado nada” se puede ver la falta de condiciones de monarca de Fernando VII. De ahí es que existe un consenso general que califica a este monarca como el peor de la historia del Imperio español. En el barrio diríamos: es un tipo auténtico: tiene cara de boludo y si: ¡es un boludo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario