jueves, 23 de mayo de 2024

Mas allá del bien y del mal

Hay un facilismo infantil al rotular a una persona de buena o de mala. Siempre hay matices y relatividades. Por ejemplo es muy fácil decir que Hitler era un mal hombre, sin embargo, alguien que no sepa nada de historia, al ver el video en el que se lo ve jugando con sus perros, podría pensar: “que señor tan adorable”, al segundo alguien lo corregirá: “¡como que adorable: ese hombre es el hijo de puta más grande que piso la tierra!” Y, pocos lo contradirán. Pero siempre hay matices. Sino: que decir de los que tomaron la decisión de arrojar las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki. Seguramente eran hombres respetados, ya que tenían importantes cargos, seguramente tenían hijos, esposas, amigos que los querían; pero un japonés de aquella época debe haber pensado: “quien fue el hijo de puta que tuvo la idea de arrojar estas mortalmente poderosas bombas sobre nosotros”. Y si, también tendría razón. Bien y mal, bueno o malo son conceptos demasiado absolutos; siempre hay matices y distintos puntos de vista. Parafraseando a Nietzsche hay que mantenerse más allá del bien y del mal, aunque cueste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario