viernes, 3 de mayo de 2024

El peronismo es fascismo a la argentina.

El peronismo es un movimiento personalista, fundado por un militar, el cual estuvo en la Italia fascista en el momento de mayor auge de Benito Mussollini. El mismo en un reportaje definió su movimiento como socialismo “nacional”, para diferenciarse del otro socialismo. Al igual que el partido Nacional Socialista fue un partido de raigambre popular, con su base mayoritaria en la clase trabajadora. En lo único que se podría decir que tuvo una leve influencia del socialismo soviético fue en aquello de los planes quinquenales únicamente, pero es sabido que lo que mejor hizo Peron, fue perseguir a los socialistas y anarquistas que mandaban en los sindicatos antes de su ingreso a la secretaria de trabajo. “Ni yanquis ni marxistas, peronistas” cantaban los peronistas en aquellos tiempos, si reemplazamos peronistas por fascistas, vemos que encaja a la perfección. Es cierto que no tuvo sus camisas pardas, ya que, al igual que Franco, dada su pertenencia al ejército regular, eso hubiera sido inconcebible. Ya en el exilio, fomentó la formación de guerrillas, ya que su ascendencia en el ejército regular era muy dificil dada la proscripción. Luego del derrocamiento, Perón se paseó por distintas dictaduras, hasta llegar a la España de Franco, algo que hubiera sido imposible si Perón hubiera sido, como sostienen algunos ilusos, de izquierda. El fascismo del peronismo es, más que nada, de simpatía, no tanto de método. Es cierto que Perón nunca se declaró abiertamente partidario del fascismo, cosa que hubiera sido muy incómodo luego de la genocida segunda guerra mundial. También es cierto que fue derrocado por simpatizantes del nazismo, una variante del fascismo, seguramente la más virulenta, que aplicaron con el peronismo métodos tanto o más crueles que los que aplico Perón con sus oponentes, pero eso no quita su autoritarismo. Es decir, durante varias décadas la sociedad argentina estuvo entre el fascismo y el nazismo: triste destino, en el que se fue afianzando su persistente decadencia.

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