viernes, 24 de mayo de 2024

La nada

Cada individuo viene de la nada. Es decir hasta el momento en que nuestros padres copularon, éramos la nada misma. Nuestros dioses son nuestros padres, sin ellos no seriamos nada; y los de nuestros padres: nuestros abuelos, y así hasta el origen de la humanidad como especie. Es decir que en algún momento nosotros éramos nada. Luego un espermatozoide se juntó con un ovulo y desde ahí no paramos de crecer y evolucionar hasta nuestra muerte. Esta misma realidad la trasladamos al cosmos. Aunque cueste imaginarlo, creemos que el universo viene de la nada. Es una idea bastante difícil de creer, por lo menos para mí. ¿Cómo de la nada puede surgir algo? Si lo analizamos mejor, no es que venimos de la nada: el espermatozoide y el ovulo son algo, que al juntarse se transforman en algo superior: de dos simples células se generan millones de distintas células que forman distintos órganos y que juntos conforman un ser humano. ¿No es más lógico pensar que lo que llamamos cosmos o, universo proviene de dos o más entes sub universos o pre universos, o como queramos llamarlo, que se juntaron para formar el universo tal cual lo conocemos? Sin embargo seguimos obsesionados con la nada, como el que sufre vértigo, que, aunque no mire, no puede dejar de pensar en el vacío.

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