jueves, 23 de mayo de 2024

El silencio del criminal

La base de toda mafia o asociación criminal reside en la Omerta, el código de silencio, cuando este se quiebra se cae toda la organización, por más sofisticada que sea, como un castillo de naipes. Bastaron un par de estos buchones, como se dice en la jerga, para que la mafia italiana viera seriamente perjudicados sus negocios espurios. Esto es lo que se está viendo en la actualidad argentina con lo que se dio en llamar Cuaderno Gate. Todo comenzó, al parecer, con un chofer de remis bastante particular, por lo metódico y detallista, el cual durante varios años se encargó de ir anotando todos sus movimientos, los cuales en buena medida consistían en realizar viajes hacia empresas que colaboraban con el financiamiento negro de la política del gobierno de turno. Como dicha información comprometía a figuras importantes del medio local, los cuadernos en manos impropias, podía desatar un gran escándalo, que fue lo que finalmente pasó. Los cuadernos cayeron en manos de un periodista el cual luego de realizar la debida investigación, al darse cuenta de que había serios ilícitos descriptos en ellos, hizo la denuncia judicial en una fiscalía que ya venía investigando temas de corrupción, por lo que estaba garantizada la celeridad y eficacia en la investigación judicial. Cuando comenzaron las indagatorias y las primeras detenciones, todo paso de manera explosiva, cual fichas de dominó, fueron cayendo uno a uno los primeros arrepentidos y se llegó a un momento en que parecía como que los delatores se desesperaban por ser los primeros y más originales. El Cuadernos Gate se convirtió en un show televisivo entre sorprendente, repulsivo y desconcertante. Ya nada sería igual, en lo que a corrupción se refiere en la Argentina. Por fin se había llegado al tan mentado mani pulite o al, más cercano, lava yato. Los políticos no sabían cómo comportarse, por un lado los que por el momento no se veían afectados, se mostraban contentos e indignados y los que de alguna manera se sentían tocados, negaban todo y por las dudas denunciaban la tan trillada persecución política: el lawfare. Servirá para mejorar la situación del país o solo será una moda pasajera esta “peste de transparencia”, ya veremos. 17 de agosto de 2018

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