viernes, 31 de mayo de 2024

La ética de los criminales

Es sabido que, en la cárcel, los violadores son tratados con desprecio y brutalidad por parte de los otros reclusos. Este hecho evidencia que los criminales también poseen una ética, muy particular, por cierto.

Selectivos

El progresista idiota es un defensor selectivo de los derechos humanos. En primer lugar nunca le va a reconocer el derecho humano a una víctima de las distintas guerrillas que actuaron durante la década del setenta en el territorio argentino y sudamericano en general. En segundo lugar nunca va a denunciar las atrocidades cometidas por un gobierno de izquierda, sea éste Cuba, Venezuela, Nicaragua u otro similar. Es decir el progresista idiota cree ser el dueño del concepto “derecho humano”, por lo tanto sólo serían humanos quienes piensan como ellos. Esto constituye una monstruosa enajenación.

Igual que la Iglesia

El progresista idiota siempre va a estar en las antípodas de la iglesia católica, que, como es sabido, es una de las instituciones más antiguas y conservadoras de la historia universal. Pero, al igual que ésta última, defiende a sus referentes de las acusaciones de corrupción, en este caso de dinero, en el otro de índole sexual, con el mismo argumento: son ataques infundados que en realidad pretenden socavar todas las buenas acciones del acusado y de la institución, en este caso partido político, del que forma parte.

jueves, 30 de mayo de 2024

Potenciando una mentira

Sabido es que en la industria pornográfica, por lo menos hasta hace unos años, ya que la cosa va cambiando velozmente, las actrices ganan más que los actores. Sin embargo no se ven manifestaciones de actores porno exigiendo igualdad. Lo que en verdad pasa es que los hombres conocidos como actores porno son más escasos, por lo que compensan el menor salario con más trabajo. Este es un claro ejemplo de cómo omitir un dato puede servir para potenciar una mentira.

Masacres

El primero de mayo se conmemora el día del trabajador por una masacre ocurrida en EEUU en la que fueron asesinados decenas de trabajadores. Ocurre lo mismo con el 8 de marzo, día internacional de la mujer, que conmemora otra masacre, también en EEUU. Esas masacres sirvieron para crear consciencia en la clase obrera mundial, para que unieran sus fuerzas organizándose en sindicatos y partidos políticos. También sirvieron para que la burguesía aflojara un poco en su capitalismo salvaje. Es irónico que el resultado de los beneficios obtenidos por los sindicatos socialistas y anarquistas, dieran como resultado la economía de mercado que, ya en nuestros días, hace inimaginable un mundo sin capitalismo.

miércoles, 29 de mayo de 2024

Eurasia

Hay un capricho de la geografía mundial: la división entre Europa y Asia. ¿Cuál es el límite entre estos dos continentes?: Los montes Urales, que evidentemente son un accidente geográfico a tener en cuenta, sin embargo están contenidos por un mismo país: Rusia. Es algo que no pasa en otros continentes, los límites están bien claros: hay un océano en el medio. Sin duda es por la petulancia de Europa, que no llamamos con el mismo nombre a aquel gran continente. Seguramente hay razones históricas, pero sobre todo raciales que determinan la separación más que las cuestiones geográficas.

La dictadura

Marx no era un partidario de la democracia, recordemos que si bien su influencia fundamental es en el siglo veinte, su vida y obra transcurrió en el diecinueve. Hablaba de una dictadura del proletariado como corolario de la famosa lucha de clases. Más allá del hecho de que está lucha de clases nunca ocurrió, por lo menos en los términos que Marx describió, es notable que su ideal de sociedad es la de una dictadura. Es por esto que la gente de izquierda, más allá de que se presente, a veces, como pacifista, es mucho más autoritaria que la gente de derecha, aunque las apariencias engañen.

viernes, 24 de mayo de 2024

La nada

Cada individuo viene de la nada. Es decir hasta el momento en que nuestros padres copularon, éramos la nada misma. Nuestros dioses son nuestros padres, sin ellos no seriamos nada; y los de nuestros padres: nuestros abuelos, y así hasta el origen de la humanidad como especie. Es decir que en algún momento nosotros éramos nada. Luego un espermatozoide se juntó con un ovulo y desde ahí no paramos de crecer y evolucionar hasta nuestra muerte. Esta misma realidad la trasladamos al cosmos. Aunque cueste imaginarlo, creemos que el universo viene de la nada. Es una idea bastante difícil de creer, por lo menos para mí. ¿Cómo de la nada puede surgir algo? Si lo analizamos mejor, no es que venimos de la nada: el espermatozoide y el ovulo son algo, que al juntarse se transforman en algo superior: de dos simples células se generan millones de distintas células que forman distintos órganos y que juntos conforman un ser humano. ¿No es más lógico pensar que lo que llamamos cosmos o, universo proviene de dos o más entes sub universos o pre universos, o como queramos llamarlo, que se juntaron para formar el universo tal cual lo conocemos? Sin embargo seguimos obsesionados con la nada, como el que sufre vértigo, que, aunque no mire, no puede dejar de pensar en el vacío.

Un hecho simbólico

Si se analiza fríamente los hechos de la Revolución Francesa, se puede decir sin temor a cometer un gran error, que fue una revolución frustrada. Aquello de libertad, igualdad, fraternidad, no se impuso en el mundo occidental de manera automática como podría suponerse al tomar lo que dicen historiadores y sociólogos que establecen dicho suceso como fin de la edad media. Nada más lejos de la realidad: aquellos ideales aun en nuestros días están lejos de verse alcanzados. Muchas luchas hubo y habrá y es muy probable que dichos ideales nunca lleguen a cumplirse. Pero hubo un hecho simbólico y real que, aun sin habérselo propuesto, marcó el cambio de era: el asesinato de Luis XVI. Cuando el frio metal de la guillotina separo la cabeza del cuerpo del ex monarca, algo quedó en evidencia: después de todo, no eran divinos los seres que decían serlo. A pesar de ser los representantes de Dios en la tierra, cuando la guillotina caía sobre sus cuellos, les pasaba lo que a todos los mortales: morían. Al igual que Jesús en la cruz, Luis XVI no pudo hacer nada para evitar su destino. Ese violento hecho significó el fin de lo simbólico, en cuanto al poder se refiere. Después vendrían Napoleón, Waterloo, la restauración, y un sinfín de luchas por el poder, pero una cosa nunca más volvería a ser como era antes: la relación entre el soberano y lo divino. En ese pequeño gran hecho está, quizás, el único éxito concreto de aquella sangrienta revolución.

Desprecio

No hay palabra que exprese mayor desprecio sobre la clase trabajadora que aquella tan usada por los intelectuales de izquierda aun hasta en nuestros días: Proletariado. Es decir, aquel que solo sirve para dar descendencia, para contribuir con la sangre de su sangre al proceso productivo. Esta palabra si se la mira bien es más un insulto que otra cosa, sin embargo es usada por aquellos, que, no teniendo casi contacto con los trabajadores, dicen defenderlos.

Inhumano

Hay un obvio sentimiento de negación detrás de la palabra inhumano. En general, se señalan con este término actitudes que son muy humanas, muy comunes a lo largo de la historia de la humanidad, pero las cuales, con buenas intenciones, seguramente, hay otros humanos que quisieran que no formaran parte del abanico de posibilidades dentro del espectro de acciones humanas. Una de estas acciones, en las que existe un consenso generalizado de ser tildada como inhumana, es la decisión de los jerarcas de la Alemania nazi de exterminar a los judíos. Fue una medida tomada en forma totalmente racional, por personas que por algo habían llegado a los cargos que habían llegado, es decir individuos con estudios, que provenían de, lo que suele decirse, buenas familias, los que tomaron esa medida atroz. La calificación de inhumana no le hace verdadera justicia al hecho en sí: pues es más bien todo lo contrario: es una acción humana demasiado humana, que produce asco, vergüenza, aberración y demás reacciones a otros humanos ajenos a dicha decisión, pero: con la negación no vamos a ningún buen puerto. En todo caso, hay que ver de qué manera erradicar de la humanidad dichas actitudes o acciones. Será con más educación, con más cultura, con más aceptación de lo diverso, con lo cual podamos hacer de lo llamado “inhumano” algo verdaderamente extraño a la humanidad.

El crimen no paga

De joven, cuando escuchaba la expresión: el crimen no paga, solía pensar que se trataba de una expresión que retrataba los momentos en los que algún comensal se escapaba de un restaurante sin pagar la cuenta de la consumición. Si: era un poco ingenuo de joven, por no decir boludo, que queda mal. Lo cierto es que si uno se situa desde el punto de vista del criminal es verdad que el crimen no paga. Cuando un criminal es detenido es casi seguro que lo que lo llevó a su detención es una parte mínima de los delitos cometidos. Cuando no tienen dinero para un abogado: el estado le ofrece uno sin costo para el criminal. Por otra parte reciben manutención por parte del estado mientras este bajo la custodia del mismo. Es decir: casa y comida gratis. Encima: tienen la opción de estudiar gratuitamente y de trabajar bajo remuneración. Es decir: todo nuestro sistema judicial está puesto al servicio de los victimarios, de los ofensores de las leyes, de los criminales. Por eso mismo no debería sorprendernos el hecho de que la criminalidad este en aumento, más bien nos debería sorprender que no esté más difundido el quebrantamiento de la ley.

La justicia y las víctimas

Hay una confusión muy común en estos días, que es la de identificar a la justicia con la imagen de la víctima. En verdad el sentido de la justicia es la de proteger al resto de la sociedad del victimario, y no a la o las victimas del criminal. Es cierto que en justicia civil las victimas pueden recibir compensaciones por el daño sufrido, pero me refiero a la justicia penal: el caso más claro es en el que la víctima sufre su propia muerte. ¿Dónde está la justicia ahí? Para los familiares de las víctimas, dirán. No. Los familiares han sufrido un daño irreparable, nada les va a devolver la vida del ser querido. En todo caso, es la sociedad en general la que ve algo de reparación en la pérdida de libertad del individuo que, por el motivo que fuera, ha incumplido con uno de los mandatos más viejos y más violado a lo largo de la historia: el "no mataras". Por lo menos, por un tiempo ese criminal no lo volverá a hacer, piensa la sociedad ante la pena impuesta. Es decir, el derecho penal protege a la sociedad toda y nunca a las victimas específicas que han sufrido un hecho criminal.

Genio y mediocridad

Creemos en la genialidad, pero no en el esfuerzo que casi siempre se necesita para que alguien sea señalado como genio. Nuestra pereza y mediocridad nos dice: aquel es un tocado por la varita mágica, nunca podríamos hacer lo que él hace, y, en lugar de intentarlo, nos quedamos en nuestra zona de confort, eso sí, esperando que aquel ser genial tropiece con la primera piedra para burlarnos de él diciendo: después de todo no era más que otro tipo común y silvestre.

jueves, 23 de mayo de 2024

El silencio del criminal

La base de toda mafia o asociación criminal reside en la Omerta, el código de silencio, cuando este se quiebra se cae toda la organización, por más sofisticada que sea, como un castillo de naipes. Bastaron un par de estos buchones, como se dice en la jerga, para que la mafia italiana viera seriamente perjudicados sus negocios espurios. Esto es lo que se está viendo en la actualidad argentina con lo que se dio en llamar Cuaderno Gate. Todo comenzó, al parecer, con un chofer de remis bastante particular, por lo metódico y detallista, el cual durante varios años se encargó de ir anotando todos sus movimientos, los cuales en buena medida consistían en realizar viajes hacia empresas que colaboraban con el financiamiento negro de la política del gobierno de turno. Como dicha información comprometía a figuras importantes del medio local, los cuadernos en manos impropias, podía desatar un gran escándalo, que fue lo que finalmente pasó. Los cuadernos cayeron en manos de un periodista el cual luego de realizar la debida investigación, al darse cuenta de que había serios ilícitos descriptos en ellos, hizo la denuncia judicial en una fiscalía que ya venía investigando temas de corrupción, por lo que estaba garantizada la celeridad y eficacia en la investigación judicial. Cuando comenzaron las indagatorias y las primeras detenciones, todo paso de manera explosiva, cual fichas de dominó, fueron cayendo uno a uno los primeros arrepentidos y se llegó a un momento en que parecía como que los delatores se desesperaban por ser los primeros y más originales. El Cuadernos Gate se convirtió en un show televisivo entre sorprendente, repulsivo y desconcertante. Ya nada sería igual, en lo que a corrupción se refiere en la Argentina. Por fin se había llegado al tan mentado mani pulite o al, más cercano, lava yato. Los políticos no sabían cómo comportarse, por un lado los que por el momento no se veían afectados, se mostraban contentos e indignados y los que de alguna manera se sentían tocados, negaban todo y por las dudas denunciaban la tan trillada persecución política: el lawfare. Servirá para mejorar la situación del país o solo será una moda pasajera esta “peste de transparencia”, ya veremos. 17 de agosto de 2018

Mas allá del bien y del mal

Hay un facilismo infantil al rotular a una persona de buena o de mala. Siempre hay matices y relatividades. Por ejemplo es muy fácil decir que Hitler era un mal hombre, sin embargo, alguien que no sepa nada de historia, al ver el video en el que se lo ve jugando con sus perros, podría pensar: “que señor tan adorable”, al segundo alguien lo corregirá: “¡como que adorable: ese hombre es el hijo de puta más grande que piso la tierra!” Y, pocos lo contradirán. Pero siempre hay matices. Sino: que decir de los que tomaron la decisión de arrojar las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki. Seguramente eran hombres respetados, ya que tenían importantes cargos, seguramente tenían hijos, esposas, amigos que los querían; pero un japonés de aquella época debe haber pensado: “quien fue el hijo de puta que tuvo la idea de arrojar estas mortalmente poderosas bombas sobre nosotros”. Y si, también tendría razón. Bien y mal, bueno o malo son conceptos demasiado absolutos; siempre hay matices y distintos puntos de vista. Parafraseando a Nietzsche hay que mantenerse más allá del bien y del mal, aunque cueste.

Viaje de ida

“La droga es un viaje de ida”. Este fue un lema bastante conocido durante fines de década del ochenta y principio de los noventa, en la república Argentina. No creo que nadie haya analizado seriamente la escandalosa perversidad de dicho lema. Supuestamente es un lema de lucha contra las adicciones, pero, en realidad, es una frase que, si se toma en serio: ¿que deja para el que ha incurrido en la búsqueda, a veces inocente, de la experimentación con drogas? Lo peor, sin duda. Ya te embarcaste en el viaje, ahora solo te resta vivir tu vida de placeres y desenfreno hasta morir por ello. ¿Se entiende? Se apela al miedo por sobre todas las cosas: como un cartel de contramano en la calle, como una advertencia. Sin duda para muchos individuos ese lema puede ser efectivo, pero lo que sirve para uno no sirve para otro. Es un lema desalentador para el que ya está en el consumo y quiere dejarlo: que ya de por si es algo difícil, y encima le sumamos el peso simbólico del slogan: ya estas dentro: no vas a poder salir. Si se piensa con algo de malicia: pareciera ser que es un slogan para favorecer el consumo de drogas antes que para prevenirlo. Otro lema que se usó mucho fue: la droga mata. Si bien es cierto en algunos casos de sobre dosis o de intoxicación por mala calidad, en la mayoría de las drogas, es totalmente mentira en el mayor porcentaje de los casos. Si cada uno que prueba una droga muriera: casi no existiría la humanidad. ¿Que se establece con este slogan absurdo?: la creencia de que el usuario es un inmortal inmune a dicha droga o, lo más cierto, que el slogan es una vil mentira. Combatir algo con mentiras tan groseras deja mal parado al promotor de dicho slogan: es propio de un régimen totalitario (miente, miente, que algo quedará), con lo cual queda desvirtuado el mensaje que se quiere dar. Las campañas antidrogas parecen diseñadas o por estúpidos o por malignos maquiavelos que buscan lo contrario a lo que declaman.

Beneficio político

Hay una especie de inexplicable tolerancia hacia los crímenes cometidos por un motivo político. Desde asesinatos hasta el enriquecimiento ilícito. Pareciera ser que cuando el fin es político, todo medio es justificado; por lo menos por buena parte de la sociedad. En los 70 en Argentina había una frase infame cuando se sabía que alguien había sido “chupado”, lo cual lo conducía a una muerte casi segura: “Algo habrán hecho”, decían. Detrás de esta frase subyace un claro justificativo tanto de la detención ilegal como del asesinato cometido por motivos políticos. Lo mismo sucedía con los asesinatos cometidos por las agrupaciones guerrilleras: “es un acto de justicia popular”, y luego, como el pueblo nunca se equivoca: somos inocentes del crimen, o, mejor aún: en realidad somos inocentes porque matar por un fin político no constituye un crimen. Más adelante, para justificar los saqueos a las arcas públicas se decía: “¡Que querés… sin dinero no se puede hacer política!” De esa manera se justifica el robo en pos de un supuesto bien mayor. Es decir matas a uno y vas preso, lo mismo si robas una suma menor, pero si matas a miles o robas millones, siempre va a haber quien justifique esos actos como “necesarios”. Es el beneficio del accionar político. Maquiavelo estaría orgulloso de la clase política que ayudó a construir y afianzar.

No siempre vence la fuerza

Tanto el socialismo como el capitalismo en estados puros son imposibles de realizar. Lo demuestra la historia: a pesar de que Stalin tuviera un poder casi absoluto, lo construido a fuerza de sacrificio humano y de autoritarismo, se derrumbó como un castillo de naipes cuando soplaron vientos de libertad. Por el otro la sociedad capitalista más ferviente, ha visto como luego de veinte años de ocupación brutal de un país con el fin de convertirlo (aunque sepamos que esa no fue la intención) en una sociedad democrática occidental, en menos de un par de semanas de la retirada abrupta de sus tropas imperialistas, Afganistan volvió a ser gobernado por los mismos que los demócratas norteamericanos habían desplazado con tantas bombas inteligentes, drones y marines.

Liberalismo y socialismo

Hay toda una nueva camada de nuevos liberales, que, por raro que parezca, no quieren ser llamados neo-liberales, ya que este término es usado, sobre todo en Latinoamérica, como un insulto, debido al rotundo fracaso de esas políticas en los años 90. Algunos por malicia, otros por ignorancia, estos nuevos liberales creen que todas las buenas características sociales actuales, son producto de las bondades del liberalismo y el capitalismo y que nada tienen que ver con el socialismo, es decir con la lucha de clases. Tremendo error histórico: como si la jornada de ocho horas y demás reivindicaciones gremiales no hubieran sido impuestas luego de interminables huelgas y manifestaciones que fueron reprimidas sangrientamente en casi todos los países del mundo. Ellos entienden bien de oferta y demanda, pero niegan la lucha social por mejoras, es decir las demandas sociales de los trabajadores. Son adalides del libre comercio, como si esa libertad fuera la solución a todos los problemas. Pero es sabido que no existe la libertad absoluta, siempre debe haber regulaciones para evitar monopolios y abusos. Cada país tiene una mezcla de liberalismo y socialismo en su forma de organización; en ningún país existe la pureza ideológica, por suerte. Hitler y Stalin fueron totalmente derrotados, en ese sentido.

Abolición de la normalidad

La abolición de la normalidad es ya un hecho; como pasa siempre la ley va detrás del hecho; pero es una ley que no hace falta que sea promulgada por ninguna cámara legislativa en particular: es una ley que debe ser aceptada por cada individuo, en la medida en que esto no suceda en el fuero íntimo de la mayoría de las personas seguirá habiendo sucesos de discriminaciones, repudios, violencia y demás signos de intolerancia. Todo cambio tiene su resistencia, pero como la mayoría de los cambios esenciales en la historia de la humanidad, es irreversible.

El subconsciente

Creemos en la existencia del subconsciente como en nuestra propia existencia. Sin dudas que es uno de los conceptos freudianos más establecidos. Nadie lo cuestiona. Pero: ¿donde está alojado en el ser humano dicho subconsciente?: en el cerebro, más que seguro, que es el órgano principal de nuestra psiquis. Hay estudios que abalan que el lóbulo frontal es el lugar de las funciones cognitivas y el movimiento voluntario, el occipital es el responsable de la visión, etc. Pero de nuestro tan mentado subconsciente por el momento no hay novedades. Sin embargo creemos en su determinación fundamental para nuestros actos de manera casi irracional. Es un concepto que ha calado hondo en la cultura occidental casi tanto, o más, que el mismísimo concepto de dios.

miércoles, 22 de mayo de 2024

¿Que es un filósofo?

Un filósofo es aquel que hace complicado lo simple, aunque diga que lo que intenta es hacer simple lo complicado.

Libertad y autoritarismo

En Argentina durante el siglo veinte se pudo verificar una extraña paradoja: los regímenes más autoritarios (es decir los que no han salido de la voluntad popular), han sido, en buena medida, los que más cerca han estado, en lo que a economía se refiere, del liberalismo. Esto es principalmente con lo que tienen que luchar toda esta nueva camada de nuevos liberales. Es por esta paradoja que cuando habla alguien desde una posición liberal que se lo mira con cierta desconfianza, y, por más que expliquen de la mejor manera el porqué de nuestras tan recurrentes crisis, es por esto por lo que despiertan muy poca simpatía en la población general. PD: esto fue escrito mucho antes de que se eligiera como presidente a un libertario.

La deuda con la anarquía

Hay una enorme deuda no reconocida de la humanidad con el movimiento heterogéneo denominado: Anarquismo. Gran parte de lo que hoy conforma la “realidad” se debe en buena medida a la lucha de aquellos “pone-bombas”: la jornada de ocho horas, el sufragio universal, la igualdad ante la ley, incluso la igualdad de género, son hoy realidad, pero han sido consecuencia de fuertes enfrentamientos, que han costado gran cantidad de vidas humanas y han sido en buena medida reivindicaciones de anarquistas y socialistas. Si bien los principales ideales del movimiento anarquista han quedado en el olvido (seguramente porque eran impracticables para la humanidad tal cual es), es bueno reconocer que, más allá de que los anarquistas siempre fueron los primeros en ser traicionados en todas las revueltas y revoluciones en las que han participado (la prueba más patente de esto se encuentra en la revolución rusa), sin estos fervientes idealistas los cambios sociales, aunque a sus ojos insuficientes, hubieran tardado mucho más tiempo en producirse. Es decir han sido los grandes catalizadores de las principales revoluciones, han sacrificado en muchos casos su vida, pero no se les ha reconocido el más mínimo crédito por sus acciones. Quizás esto sea porque han sido siempre los grandes derrotados, y, como se sabe, a la humanidad y sobre todo a la historia, solo le gustan los ganadores.

Los nostálgicos

Aunque parezca absurdo, hay nostálgicos de épocas que no han vivido: un claro ejemplo es el de algunos historiadores que creen ver la raíz de todos los males de América Latina en los procesos que culminaron en las independencias de esos países. Añoran la época en la que el Imperio español era uno de los más grandes de todos los tiempos. Creen ver la furtiva mano inglesa en los procesos independentistas. Al imperio británico le convenía un imperio español desmembrado, de ese modo ellos serían la potencia dominante, de esto no cabe duda. Si bien es aceptable como hipótesis, es muy poco probable encontrar pruebas documentales contundentes que la abalen. Desde ya que este punto de vista, más allá del simplismo con el que se intenta explicar un proceso histórico muy complejo, deja en evidencia el espíritu absurdamente conservador del sujeto que intenta ser “objetivo”. Absurdo porque si hay algo que nos demuestra la historia, es que ella misma va siempre hacia adelante, aunque a veces de tropiezos y se demore, pero siempre avanza. Cuando un proceso histórico de cambio, de ruptura, se inicia, solo se puede demorar, nunca evitar. Aunque le pese a estos nostálgicos individuos.

Paradójico

Suena paradójico que las drogas o más precisamente los productos que contienen sustancias nocivas para el ser humano que más daño producen directa e indirectamente sean de uso libre y legal: alcohol y tabaco. Son productos aceptados culturalmente en casi todas las sociedades, y están íntimamente ligados a momentos de placer y esparcimiento. Si bien es cierto que los daños graves aparecen solo después de un consumo continuado a través de muchos años, es innegable que estas sustancias terminan siendo letales. Y a pesar de lo que podría haberse tratado de un aprendizaje por parte de la humanidad al constatar los resultados que produjo la famosa prohibición del alcohol en EEUU, la prohibición de otras sustancias que también producen daño, en algunos casos mucho más acelerado, pero que, en última instancia, es decisión individual del mismo perjudicado, pareciera ser un caso de estupidez generalizado, o, en su defecto, se puede alentar el tramado de las más ridículas teorías conspiratorias. Analizado fríamente parece algo obvio: en este mundo globalizado, si de pronto prohibiéramos, por ejemplo la producción y consumo de chocolate (algo bien absurdo, para que se entienda fácil), con el pretexto, no del todo injustificado, de que produce daños a la salud de los que lo consumen, es muy sencillo prever que rápidamente se crearían fábricas de chocolate clandestinas y cadenas de comercialización ilegales. Lo único que se lograría, es reducir apenas el consumo y aumentar el precio del producto prohibido, y como consecuencia secundaria se estarían creando mafias que lucharían por el control del tráfico ilegal del chocolate. En una palabra: peor el remedio que la enfermedad. Es muy lógico predecir que en el futuro, cuando de una vez por todas se priorice las libertades individuales y se legalicen todos los consumos y producciones de sustancias, se mire toda esta etapa de la llamada guerra contra el narcotráfico, como una de las eras más absurdas de la humanidad. Se indignaran como podríamos indignarnos en nuestro tiempo de que en algún momento de la historia de la humanidad haya existido la esclavitud y el comercio de personas, o que como hasta hace casi nada personas del mismo sexo no pudieran contraer uniones civiles o que en algún momento la religión dominaba sobre la ciencia. Miraran esta época con una superioridad moral como con la que juzgamos los crímenes de la inquisición o las abominaciones del nazismo. Pero lamentablemente es así: el ser humano es una especie que no aprende rápidamente de sus errores, tropieza una y otra vez con la misma piedra, sin embargo es la especie más soberbia que existe: cree que el mundo fue creado para su uso y abuso por un dios que el mismo ha creado. Absurdo de los absurdos.

Hechos olvidados

Resulta curioso ver de qué manera hechos históricos caen en el olvido al ser absorbidos, de alguna manera, por otro hecho de mayor relevancia, a veces concreta y a veces simbólica. Esto sucede, por ejemplo con la bomba arrojada sobre la ciudad de Nagasaki, que fue a pocos días de la arrojada sobre Hiroshima. Para la historia pareciera que esa bomba nunca hubiera sido arrojada, siendo que luego de este hecho Japón se rindió incondicionalmente ante los aliados. Es cierto que murieron menos personas que en la primera, pero no por eso debe ser no tenida en cuenta. Lo mismo pasa con el avión que se estrelló contra el Pentágono, el 11 de septiembre de 2001. Si se hiciera una encuesta en menores de 20 años, es casi seguro que el mayor porcentaje diría que el hecho no sucedió. Lo cierto es que murieron menos personas que en las torres gemelas del World Trade Center y que hubo imágenes que fueron transmitidas en directo del avión que impacto contra la segunda torre, y que fue mucho más espectacular el derrumbe de las torres, con el dramatismo que ello trajo implicado, y que por cuestiones de seguridad los norteamericanos no estaban muy contentos con difundir imágenes del atentado en contra de uno de sus iconos de fuerza imperial, pero: cómo es que hoy casi nadie tenga noción de que hubo un tercer avión que se estrelló contra su objetivo. Es muy probable que se sepa más del cuarto avión, el cual supuestamente se estrelló en una zona no habitada, gracias al accionar heroico de los pasajeros comunes, ya que ese hecho si ameritó la realizacion de una película, por lo menos. Más modestamente, en Argentina, el atentado en contra de la embajada de Israel, perpetuado dos años antes del atentado contra la mutual AMIA, fue opacado por el segundo, aun cuando el primero también sigue impune.

Contrabandistas

La Argentina, o, más bien, el territorio que perteneció al imperio español bajo la denominacion de "virreynato del rio de la plata" es una tierra de contrabandistas. Esto fue generado por la falencia en las reglamentaciones de indias del antiguo imperio español: a sus habitantes no les quedaba otra que contrabandear, para obtener beneficios del comercio entre naciones. Y esto se mantiene aún hasta nuestros días. Todavía se suelen encontrar, muy cada tanto algún que otro gran cargamento de drogas con destino Europa o Asia, o cualquier otro punto geográfico que ha partido desde nuestras tierras. Es de suponer que los cargamentos descubiertos son los menos, lo que indica que hay una ruta que nos incluye. Es decir: a pesar de no ser un país productor de esas mercancías, el nuestro es un territorio tan propenso al contrabando, que es parte de una ruta internacional de exportación. Herencia de épocas muy diferentes, aunque no tanto.

La gran Victoria

La gran victoria del cristianismo es la de que la sede de una de sus principales ramas, la apostólica romana, se encuentre en la capital misma de aquel imperio que fue el que según sus reglas del momento impuso la condena a muerte del hombre dios al cual venera. Sería algo así como si dentro de cien o doscientos años en USA se adoptara un sistema socialista y en Nueva York en lugar de la estatua de la libertad, construyeran una gran estatua del Che Guevara.

Doble vara

En estos días somos testigos de la manera en la que los progresistas idiotas no condenan casos de abusos de índole sexual y de poder, ya que entonces perjudicarían al partido que les da de comer. La doble vara es la esencia del progresista idiota.

El progresismo idiota

¿De qué se trata cuando hablamos del progresismo idiota? Es una forma de ver la realidad bajo un prisma que deforma todo. Es la ilusión de que las buenas intenciones pueden disculpar los crímenes que realizan sus referentes. Desde grandes desfalcos hasta alguna que otra masacre, todo puede ser minimizado como errores de gestión por estos “militantes” en pos del famoso bien general. Es que el progresismo idiota suele ser moralista en sus juicios: hay buenos y malos, por lo tanto los buenos no pueden realizar acciones perniciosas hacia otras personas salvo por error. El progresismo idiota siempre está del lado izquierdo del espectro político, aunque su forma de vida este más identificada con lo que solía identificarse con la burguesía. Son burgueses algo culposos, ya que suelen realizar algún que otro acto solidario, que en general se transluce en acciones más que en aportes monetarios, ya que suelen desconfiar del maldito capital, aunque en su gran mayoría se trate de personas que tienen un buen pasar económico. Los principales referentes de este progresismo idiota son artistas populares los cuales en sus comienzos pueden haber pasado alguna que otra carencia, pero una vez consagrados se olvidan de sus orígenes viviendo como grandes terratenientes solo que con ese dejo de conciencia de clase.

Mala prensa

El individualismo tiene mala prensa: cuando se habla de egoísmo hay una connotación negativa inherente a dicha expresión, cuando en realidad es la expresión del individuo en su máximo nivel. Las acciones altruistas están relacionadas con el supuesto desinterés por el cual se realiza dicha acción. El hombre malo es egoísta, el bueno es altruista, desinteresado. Puede discutirse dicho desinterés ya que es indiscutible el beneplácito que producen las acciones altruistas con lo que el desinterés quedaría de lado. A fin de cuentas, cuando le hacemos bien a alguien, nos sentimos bien por haber ayudado a ese alguien sea conocido o no. Por lo tanto cuando nuestras acciones nos producen beneficio, lo que puede ser llamado egoísmo, hay una equivalencia a cuando ayudamos a un tercero, sólo que, en el primer caso, dicha acción goza de mala fama.

La moral

No hay ninguna moral a la que un individuo deba adherirse de manera obligatoria. Como no hay bien ni mal absolutos, no hay imperativo categórico ni ninguna regla de buena costumbre a la que el individuo deba suscribirse. Todo está permitido, no hay dios ni soberano al que se le deba obedecer. Solo la ley está por encima del individuo.

Límite

El único límite aceptable para el accionar del individuo es la ley.

Egoísmo

No hay otra cosa que acciones egoístas. Si bien hubo una prensa muy favorable para las supuestas acciones desinteresadas, de la mano del cristianismo, hoy sabemos que el individuo nunca puede desprenderse del ego. Por más que en alguna acción el propio individuo no saque un provecho de dicha acción, el ego es el que está detrás. El soldado, por ejemplo, muere por su patria, por sus amigos, por su más íntimo sentido del deber.

La psicología como dios

El psicoanálisis es una disciplina basada en la creencia en ciertas ideas no del todo científicas, más bien filosóficas, siendo la filosofía la menos ciencia de las ciencias, por lo que depende totalmente de la fe en tales ideas. El individuo en la psicoterapia es el equivalente al devoto de una religión en su iglesia: es un ser pasivo ante la interacción con el iluminado, con el intermediario entre el mismo y su dios: la psicología.

El psicoanálisis

Todo individuo está gobernado por los instintos y por su raciocinio. En qué medida se impone cada uno de esos elementos es una incógnita: quien no ha escuchado la frase: “nunca hubiera pensado que tal persona fuera capaz de hacer eso”. La psiquis de cada individuo es imprevisible. Hay respuestas más o menos esperables, pero infinitamente variables, según el individuo. Por eso mismo es que el psicoanálisis nunca será una ciencia, a lo sumo, es una disciplina, un conjunto de saberes y teorías inciertas que sirven, más que nada, para que algunas personas ganen su sustento, a costa de la confianza de un individuo que expone sus miserias ante un extraño.

El individuo y la masa

La defensa del individuo por sobre el estado implica el respeto a las libertades individuales, propio de toda democracia o para ser más precisos: de todo estado de derecho. Los regímenes autoritarios, tanto de izquierda como de derecha (para simplificar, ya que estos términos son cada vez más difusos), son enemigos de las libertades individuales, niegan al individuo, por oposición defienden el concepto de masa, el famoso “pueblo”, brutal entelequia. Es decir: para defender lo que ellos entienden por pueblo (que en realidad es la defensa de sus propios intereses, los del líder y su aristocracia), siempre atacan a su unidad básica: el individuo. En los regímenes totalitarios ser individuo puede ser una labor muy riesgosa.

El individuo y la guerra

Si los intereses individuales estuvieran por sobre los intereses estatales no habría guerras. Es decir: la condición sine qua non para la guerra es la de que debe haber individuos que se pongan por debajo del Estado. Que acepten morir por un supuesto bien mayor. Lo que es bueno para el estado es malo para el individuo. El soldado en esencia es un individuo que olvida sus intereses en favor de los intereses del Estado.

martes, 21 de mayo de 2024

La distancia, una amiga.

La expedición que enviara Fernando VII en 1815 con la intención de restituir su poder sobre los territorios de sud américa tenía como principal destino el rio de la plata, sin embargo recaló en Venezuela, solo por eso, gracias a la distancia pudo hacerse el congreso de Tucumán en 1816 que declaró la independencia.

Unitariamente Federal

Después de más de cuarenta años de guerras civiles y de varios intentos frustrados de organizar el país mediante una constitución se logra establecer una en 1853 sin la inclusión de la provincia de Buenos Aires, que recién en 1861 se integra al territorio nacional luego de la batalla de Pavón. De ese modo quedó configurada definitivamente la matriz unitariamente federal de nuestro país, que perdura hasta nuestros días. Es muy notable que más allá de que nunca más gobernaría la totalidad del territorio un ex gobernador de Buenos Aires, salvo Duhalde que llegó a la presidencia en forma indirecta, nunca más se alterará esa forma de organización. Hoy vemos como el libertario les retacea las transferencias discrecionales a los gobernadores que se ven, en algunos casos, en serios problemas. Es asi: en Argentina el gobierno nacional tiene la potestad de premiar o castigar a un gobernador según su criterio, una de las tantas rémoras de la época monárquica.

No mas que una revuelta

Llamar revolución a los hechos ocurridos durante la semana de mayo de 1810 en Buenos Aires es una feroz ofensa a las verdaderas revoluciones. No hubo un solo muerto, un solo disparo, apenas unas discusiones acaloradas. Es cierto que hubo un cambio de forma de gobierno, totalmente legal según las normas de ese entonces, de modo que puede decirse que fue una revuelta que culminó en un golpe de estado, como mucho. Fue una muestra de autonomía realizado por la elite de esa época, la cual no tenía en mente en lo más mínimo la formación de un nuevo país y mucho menos la instauración de una república.

Artigas

Artigas es un verdadero precursor de la Independencia. Cuando en 1815 el 29 de Junio de 1815 declara la independencia de los territorios que hoy en día son las provincias de Córdoba, Santa fe, Entre Ríos y Corrientes, demuestra un mayor compromiso con la independencia de lo que hoy es Argentina y Uruguay, que el que tuvieron los congresistas en Tucuman en 1816, que no establecieron una clara forma de gobierno, ya que todavía se coqueteaba con algun protectorado de alguna corona europea. Pero esto es muy poco reconocido por los historiadores. Es que al lado suyo, los tan mentados “patriotas”, no quedan tan bien parados: eran todos monárquicos, reformistas, constitucionalistas a lo sumo, pero republicanos ni uno solo de ellos. Por eso mismo es que la figura de Artigas es muy poco tenida en cuenta en la historia de América del sur, salvo en Uruguay, por supuesto.

Consecuencias no deseadas

¿Napoleón libertador de América? Hay quienes ven en el genial Napoleón Bonaparte al verdadero responsable de las independencias de los países de América latina, y, en buena medida es así, aunque de manera indirecta. Sería como querer ver en Hitler al responsable de la creación del Estado de Israel. Muchas veces las consecuencias de actos viles y egoístas producen consecuencias no tan viles, pero que son seguramente inesperadas y sobre todo: no buscadas.

Punto de vista

Cambia totalmente la mirada hacia los sucesos que culminaron con la independencia de casi todas las hoy republicas de América, si se toma el punto de vista desde el propio reino de España. Es la historia del desmembramiento más acelerado que ha tenido un imperio, el cual abarcaba, en aquel entonces, 4 continentes y más de 30 países actuales. Y sin duda es la historia de uno de los peores reyes de la historia mundial: Fernando VII.

Autonomía

Hay un hecho que la historiografía suele tener muy poco en cuenta y es el del derrocamiento del virrey Sobremonte en el contexto de las invasiones inglesas. Este fue un acto de independencia o más precisamente de autonomía mucho más valido y valiente que el del derrocamiento del virrey Cisneros en el contexto de los hechos de mayo de 1810, ya que en el primer acto se dejó sin efecto el mandato de un representante directo de un Rey, Carlos IV, en vigencia en ese momento, en el segundo se trataba de un representante de una Junta que había sido disuelta por los invasores franceses, mientras el rey Fernando VII se hallaba cautivo. Este primer acto de autonomía es a mi entender un hecho fundamental en la historia de la nación en formación o, para ser más exactos y objetivos, del imperio en desintegración.

Revolución tardía

Se llama revolución a los sucesos de Mayo de 1810 y muchos autores ponen como antecedente (lo es solo porque ocurrió antes) al “levantamiento” de CondorCarqui alias Tupac Amaru, cuando en verdad este sí que fue un intento de revolución, es decir: cambio de las estructuras sociales; que no es llamado revolución por la historiografía clásica, por el simple hecho de que no triunfó. Mientras que lo otro fue solo una muestra de autonomía de los habitantes de Buenos Aires, por entonces capital del virreinato, que no tuvo la motivación de ningún cambio brusco en las estructuras sociales y políticas. Recién cuatro años después, cuando el rey Fernando 7mo fue reinstaurado en su trono, se puede decir que los sucesos de Mayo toman un cariz ofensivo hacia un monarca que había sido tomado prisionero y mantenido cautivo varios años e intentaba volver a ocupar su lugar como si nada hubiera pasado. Recién en esos momentos los sucesos de Mayo toman un carácter revulsivo. Por lo tanto, es una revolución tardía en todo caso, una revolución que no quiso ser, pero que terminó siendo debido a circunstancias posteriores.

Ajedrez

Napoleón Bonaparte con las abdicaciones de Bayona muestra como la política es un juego de ajedrez no apto para idiotas como el nefasto Fernando VII y su padre el cornudo Carlos IV.

Álzaga

Alzaga es uno de los tantos olvidados por la historiografía argentina, tanto la tradicional como la revisionista. Es que se trata de una persona bastante difícil de encuadrar: por un lado es uno de los principales defensores ante las invasiones inglesas y el principal propulsor de la destitución del virrey Sobremonte, acto mucho más autónomo que el de la destitución del virrey Cisneros. Unos años más tarde, intenta destituir al virrey Liniers, que despertaba sospechas por su nacionalidad francesa, dada la invasión de España por parte de Napoleón, pero no tuvo la misma fortuna ya que para Saavedra “las brevas no estaban maduras”. Luego de los hechos de mayo de 1810, en 1812 sería fusilado en una de las tantas matanzas silenciadas por la historia oficial. Sin duda una vida agitada, sobre todo en sus últimos tres o cuatro años, la de este hombre poco reconocido.

Vivisección

Los historiadores son adictos a la vivisección. Ese empecinamiento en dividir la historia humana como si se tratara de compartimentos separados entre sí, es un viejo vicio. Desde la separación en eras, la cual es absolutamente arbitraria, hasta las infalibles causas de un determinado suceso, en la que se denotan los caprichos del historiador que excluye e incluye a su parecer sucesos anteriores, como si cada parte no formara el todo, es una muestra de lo poco científico que es esta disciplina. Es que pocos recuerdan que la historia es parte de la filosofía, la menos ciencia de todas las pseudo-ciencias.

Golpismo

Hay una fuerte tradición golpista en la historia Argentina: desde el mismo nacimiento en mayo de 1810, que no fue casi nada más que un golpe de estado contra Cisneros. San Martin fue golpista contra el primer triunvirato, La unión Cívica Radical nace como golpista, pues la revolución del parque no es otra cosa que un intento de golpe, ni que hablar del general Perón que llega al poder en la secretaria de trabajo y vice presidencia gracias a un golpe de estado; luego rubricará en las urnas su poder, es cierto, pero primero es lo primero. El golpe pareciera ser la regla y no la excepción en nuestra historia. Incluso el ultimo a De La Rúa, fue quizás tan sutil, ya que hubo continuidad institucional, que casi nadie se animó a llamarlo golpe de estado, quizás por miedo a que esta vieja tradición argentina se volviera costumbre nuevamente.

viernes, 3 de mayo de 2024

Heidegger

Que Martin Heidegger sea considerado por muchos como el filósofo más importante del siglo 20 habla muy mal de la propia filosofía: ¿Cómo puede ser que un partidario del nazismo sea el principal exponente de esta pseudo-ciencia que despide sus últimos estertores? Y bueno, quizás por eso mismo: ciencia muerta, o, más bien, podrida, por sus más altos exponentes.

La peor calaña de criminal

Hay una figura legal nueva muy mentada: la del "arrepentido". Es imposible estar dentro de la mente de otra persona, por lo tanto lo del arrepentimiento es algo que nunca se puede llegar a saber. Delación premiada, tal como lo llaman en Brasil es un término mucho más correcto. Se le da un premio al traidor, al Judas, al ser más despreciable, es decir: a alguien que cometió crímenes, pero que para salir casi indemne de ellos, implica a otras personas, a sus superiores, a los supuestos peces gordos. Es decir, son personas que le han causado una ofensa a la sociedad que son premiados por delatar a quienes les han dado las supuestas órdenes de ejecución de sus crímenes. Esto también es casi imposible de probar, ya que debieran aportar pruebas que no suelen estar documentadas. Es la palabra de uno contra la de otro. La “justicia” se guía por darle crédito a quien tenga más credibilidad. En este caso elige darle crédito a un ser doblemente despreciable: a un criminal y delator. Quizás sea uno de los tantos factores por lo que la justicia, por lo menos en nuestras tierras poco desarrolladas y corruptas, goza de tanto desprestigio.

Capacidad de escandalizarse perdida.

Hemos perdido la capacidad de escandalizarnos. Cuando lo inusual se vuelve cotidiano, ya nada nos sorprende. Es triste decirlo. Es la madurez que trae consigo el precio de la incredulidad. Cuando todo parece ser mentira, una verdad, aunque sea rotunda, escandalosa, ya no nos conmueve. Debe ser otra mentira disfrazada de verdad. Quedamos insensibles ante el dolor ajeno. Quedamos desconfiados del vecino. Quedamos aislados, escépticos, amargos. No somos más maduros: somos más duros, como piedras. El viento, poco a poco hará un desierto de nosotros.

Extraño humanismo

Existe un sentimiento de extraño humanismo en quienes ven la raíz de todos los males, en los cambios sociales que se sucedieron, lentamente, por cierto, luego de la revolución francesa. Estos, que dicen ser amantes de la humanidad, quisieran volver a los tiempos de la edad media en la que lo sagrado tenía más importancia que lo real. Son, en su mayoría, de extracción católica apostólica romana. Extrañan la época siniestra en la que la Iglesia y El Estado eran el mismo ente. Extrañan las torturas, los perseguimientos, la censura. No merecen ser llamados con el mote: conservador. No. Son sin duda seres retrógrados de la más baja calaña, aunque muchos sean vistos como estudiosos, eruditos y, sobretodo, como buenos católicos.

En defensa de la locura.

Hay una frase muy común, utilizada incluso por muchos supuestos “doctos”, que es la de la supuesta “locura de Hitler”. Es probable que Hitler haya tenido serios trastornos de personalidad: pero una cosa es segura: no era ningún loquito. Mal hablaría del pueblo alemán el que se haya visto llevado al abismo por un enajenado. La guerra en si podría ser catalogada como una expresión irracional de la humanidad, sin embargo no hay nada mas racional que una guerra: detrás de cada conflicto hay planificación, organización y ejecución de ese plan. En la guerra se juegan los intereses de las naciones, los cuales casi siempre, están en contra de los intereses de los individuos. En sintesis de locura no hay nada en la guerra, quizás si de irracional, pero sólo teniendo en cuenta las pérdidas humanas y en recursos que estas implican.

Dios es la ignorancia (aforismo)

Dios es la ignorancia. Sí. Parece una frase brutal, inhumana, pero es cierto: ¿a que llamamos Dios? A todo lo incierto, lo desconocido, lo sobre natural, es decir: a aquello a lo que no le encontramos explicación, aquello que ignoramos. Por eso: Dios es la ignorancia. Ya no suena tan mal ¿no? Pero alguien dirá: “entonces: todas las iglesias, todos los altares, todos los rituales, todas las luchas por religión y todas las muertes que se produjeron por estas, ¿todo ha sido realizado en nombre de la ignorancia?” Y si, lamentablemente sí. Somos seres racionales, según algunas ciencias, pero la mayoría de lo que hacemos es guiado por la emoción. Es la eterna tragedia humana. Como decía, más o menos Nietzsche: el ser humano prefiere tener una respuesta errónea o irracional a no tener ninguna. El tema es que por la repetición constante de una “verdad” a medias, termina ésta convirtiéndose en “la” verdad, y todo lo demás no importa nada. De modo que estructuramos nuestras vidas alrededor de esa verdad irracional y la llamamos nuestro sentido de vida. La ignorancia termina siendo nuestro fin último y primero. Puede parecer triste, pero es así. Funciona: no rompas las bolas, me dirán los pragmáticos. Está bien, me callo.

El Che

Hay una persona/personaje que genera muchas controversias, aun hoy día: es la figura del médico, de origen argentino, que tuvo su gran trascendencia mundial, como uno de los hacedores de una de las excepcionales revoluciones latinoamericanas que han salido triunfales: no es otro que Ernesto Guevara de la Serna, más conocido como “El Che”. En todo el mundo su antológica foto circula tanto en remeras como banderas y murales. Es el símbolo de la rebeldía: del inconformismo con la situación actual y de un romanticismo que puede ser sintetizado en la siguiente frase: vale la pena morir por una causa justa. Los que lo odian o desprecian, ven en él, a un ser que encarna todo lo que les es ajeno: el portador de ideas contrarias al statu quo, al que es capaz de asesinar a otro, por defender ideas contrarias Los que lo aman, adoran o admiran, ven a un ser extraordinario que vivió un tiempo extraordinario, en el que se creía que se podía cambiar la realidad mediante el uso de la fuerza. Si bien esto último no puede ni afirmarse o negarse rotundamente, es decir: es opinable, lo cierto es que en cada protesta o manifestación que surge por alguna causa, es muy común ver su imagen. Es el hombre que se convirtió en mito por luchar por un mundo más justo… esto último, muy discutible: ya que todos los individuos tenemos un muy distinto concepto de lo que es justo.

"El Estado soy yo"

En Latinoamérica hay una reminiscencia de un antiguo concepto: el estado soy yo. Así actúan la mayoría de los gobernantes, ya sean nacionales, provinciales o municipales. Los gastos son de todos, pero los réditos son solo de ellos o de sus amigos, los empresarios, que vienen a ser el reemplazo de la antigua nobleza. Ya no hay títulos nobiliarios, pero hay gente que se maneja como los antiguos marqueses y duques, se creen por encima de lo que antes era la plebe, que hoy sería la población general, los cuales, muchas veces actúan como los viejos lacayos: se conforman con las migajas que les tiran y hasta se sienten notablemente agradecidos para con los nobles que están por encima de ellos. De poco han servido la separación de la iglesia del estado, la lucha por las libertades civiles y demás reivindicaciones del siglo veinte: por estas tierras parece como que la edad media nunca se hubiera superado.

Hitler y Napoleón cometieron el mismo error.

Hitler se veía en la historia universal como un sucesor de Napoleón. Ambos eran los portadores de reformas sociales y estaban apoyados por un ejército moderno y fiel. Y ambos cometieron el mismo error: meterse con Rusia. Ambos comenzaron su final en esas hermosas y frías tierras.

El peronismo es fascismo a la argentina.

El peronismo es un movimiento personalista, fundado por un militar, el cual estuvo en la Italia fascista en el momento de mayor auge de Benito Mussollini. El mismo en un reportaje definió su movimiento como socialismo “nacional”, para diferenciarse del otro socialismo. Al igual que el partido Nacional Socialista fue un partido de raigambre popular, con su base mayoritaria en la clase trabajadora. En lo único que se podría decir que tuvo una leve influencia del socialismo soviético fue en aquello de los planes quinquenales únicamente, pero es sabido que lo que mejor hizo Peron, fue perseguir a los socialistas y anarquistas que mandaban en los sindicatos antes de su ingreso a la secretaria de trabajo. “Ni yanquis ni marxistas, peronistas” cantaban los peronistas en aquellos tiempos, si reemplazamos peronistas por fascistas, vemos que encaja a la perfección. Es cierto que no tuvo sus camisas pardas, ya que, al igual que Franco, dada su pertenencia al ejército regular, eso hubiera sido inconcebible. Ya en el exilio, fomentó la formación de guerrillas, ya que su ascendencia en el ejército regular era muy dificil dada la proscripción. Luego del derrocamiento, Perón se paseó por distintas dictaduras, hasta llegar a la España de Franco, algo que hubiera sido imposible si Perón hubiera sido, como sostienen algunos ilusos, de izquierda. El fascismo del peronismo es, más que nada, de simpatía, no tanto de método. Es cierto que Perón nunca se declaró abiertamente partidario del fascismo, cosa que hubiera sido muy incómodo luego de la genocida segunda guerra mundial. También es cierto que fue derrocado por simpatizantes del nazismo, una variante del fascismo, seguramente la más virulenta, que aplicaron con el peronismo métodos tanto o más crueles que los que aplico Perón con sus oponentes, pero eso no quita su autoritarismo. Es decir, durante varias décadas la sociedad argentina estuvo entre el fascismo y el nazismo: triste destino, en el que se fue afianzando su persistente decadencia.

Revolución y tiranía

Un revolucionario no es otra cosa que un ser autoritario que quiere imponer al resto de la sociedad su propia visión de la sociedad. Quizás, sus intenciones sean, de alguna manera, entendidas como “buenas”: porque dicen ser tendientes al bien general, pero, en el fondo, son tan miserables como las del peor de los tiranos, ya que tratan de establecer su propia forma de ver la sociedad, maquillada y edulcorada con aquella vieja utopia: "un mundo mejor es posible".

La muerte de la filosofía

La filosofía (entendiendo por filosofía la rama denominada ontología) es hoy una ciencia muerta. Así como el estudio del latín, que es una lengua muerta, ya que su uso ha quedado circunscripto a un grupo cada vez menos reducido de eruditos, pasa lo mismo con la filosofía. Eso ocurre porque la filosofía se ha quedado enmarañada en la imposible solución de problemas que le atañen solo a ella misma. Es decir: su contribución a la vida de las personas en general es prácticamente nula. Sin embargo hay un cierto auge en el interés por el pensamiento de los filósofos. Se podría decir que está de moda la filosofía. Me dirán con sorna: “entonces no esta tan muerta como dices”. Pero les contesto: todo lo que hoy está de moda tarde o temprano cae en el olvido. La filosofía es una ciencia muerta porque de ella ya no se puede sacar ningún conocimiento concreto. Palabras difíciles de entender, pero que no llevan a nada, conceptos que se enmarañan uno dentro de otro, cual cebolla, pero, a diferencia de esta última no da más que lágrimas, esfuerzos vanos. En síntesis: mucho ruido y pocas nueces.

El socialismo contribuyendo al capitalismo

Es innegable que la lucha por mejoras laborales a fines del siglo 19 y principios del 20, produciendo recortes en las jornadas laborales y aumento en los salarios, han contribuido notablemente en lo que luego se llamó la economía de mercado. Sin esas reivindicaciones socialistas no podría existir el tan mentado mercado capitalista mundial. Este beneficio es muy poco reivindicado incluso por los mas extremistas de las izquierdas mundiales, quizás por que les cuesta reconocer que han contribuido a fortalecer el capitalismo.

Debate sobre la legalización de las drogas mas precisamente el cannabis

En el set de televisión se encontraban dos contrincantes totalmente distintos: por un lado un diputado de la Nación, hombre de lealtades flexibles, pero de conducta moral intachable: casado hacía más de veinte años en primeras nupcias, podríamos decir que era una persona confiable. Por el otro un desgarbado y desprolijo muchacho con cierto aire de hedonista, editor de una revista que desde unos cuantos años estaba luchando por la legalización de la comercialización y consumo del cannabis. Luego de varios contrapuntos, en los que cada uno dejo en claro su posición, totalmente discordante con la de su rival, llego el momento clímax del debate: Prohibicionista: Es evidente que los que están a favor de la despenalización de la venta que a su vez, por obvia consecuencia, traería aparejado el feroz aumento del consumo de estupefacientes, en realidad están haciendo looby para los grandes laboratorios, los que, en muchos casos, se sabe que ya tienen patentados los productos y sub productos para la comercialización de dichos estupefacientes; es decir, lejos de un supuesto interés por las libertades individuales, propia de las tendencias “progresistas”, que dicen defender, se muestra un claro apoyo a lo más vil del capitalismo salvaje, que es aquel que se beneficia con la desgracia ajena. Son múltiples los daños producidos a la salud de los consumidores de esas sustancias y no podemos tolerar que se lucre con la enfermedad de otros. Liberacionista: Bueno, usted acaba de desenmascararse: le voy a decir porque. Siguiendo el hilo de su argumento: si yo defiendo la liberalización del consumo y venta de drogas recreativas, en realidad estoy defendiendo a quienes se verían beneficiados por el comercio legal de dichas sustancias, cosa que no es así, pero, por un segundo le voy a dar la razón: si, va a haber grandes laboratorios que van a hacer mucho dinero con la producción y comercialización de estas sustancias. Entonces, siguiendo su mismo argumento, usted está defendiendo en última instancia no a los que dice defender, es decir al público en general, que podría caer en el satánico influjo de estas malditas sustancias, sino, al contrario, a quienes se benefician del comercio y producción de estas sustancias, es decir, a los famosos: Narcotraficantes. Y realmente es así: yo estoy casi cien por cien seguro que detrás de su interés por la prohibición del consumo y comercialización de estas sustancias no hay la más mínima inquietud por la salud pública, en el mejor de los casos habrá una motivación “ética” si se quiere, definiendo a ética como aquello que está mal hacer porque a mí no me gusta hacerlo, o, en el peor de los casos usted defiende espurios intereses de gente que se beneficia con la comercialización ilegal de estas sustancias, siendo el carácter de ilegal lo que aumenta los beneficios económicos de estos oscuros mercaderes. En una palabra usted defiende a los narcotraficantes, no a las supuestas víctimas del narcotráfico. En ese momento el rostro del Prohibicionista se transformó en una mueca que mostraba tanto asombro como indignación. El debate había terminado: lo que siguió fue una seguidilla de insultos, improperios, acusaciones sin fundamento y hasta amenazas de violencia física.

Porno

¿Porque es pornográfico un cuerpo humano desnudo y no el de un animal?: Porque el ser humano se presenta siempre ataviado por capas y capas de cultura, de las cuales la vestimenta podría ser una de las menos importantes, dado que va cambiando con las diferentes épocas. De modo que la exhibición de un cuerpo humano desnudo, por lo menos para nuestra estúpida modernidad resulta pornográfica ya que es una cruda muestra de lo que somos sin velos. Sin embargo lo que se llama pornografía está tan difundido en internet que es correcto el uso de la expresión contenido para adultos para evitar denostar dicho contenido.