viernes, 19 de abril de 2024

No la vimos venir

Hay una frase que se popularizó en estos últimos tiempos: no la ven. Y la verdad es que muy pocos imaginaron que el actual presidente, incluido yo mismo, podría ganar las elecciones prometiendo básicamente un ajuste. Su recorrida promocional en las caravanas con una motosierra en la mano bastaba para suponer: este tipo no gana ni en pedo. Y sin embargo ganó. Ahora, a más de cien días del comienzo de su gobierno, se constata que no fue un “bluff” como nos tienen acostumbrados los políticos: el tipo está haciendo lo que prometió: un ajuste brutal en las cuentas del estado. Esto tiene consternados a todos los analistas políticos que no comprenden como el presidente no pierde su imagen positiva. Eso en realidad tiene una muy fácil explicación: como está haciendo lo que prometió, nadie de los que lo votaron puede decir nada. Es así: te gusta el durazno: bancate la pelusa. Financieramente al gobierno le va mejor que políticamente: y sí, hay que recordar que se trata de un economista y no de un político de raza. Para eso lo hubieran votado al panqueque. Este muchacho no juega el juego de la política, de hecho ha perdido casi todas las contiendas en el congreso. Sin embargo, esa debilidad en números parece ser su fortaleza. Se están cayendo las caretas de los que dicen querer el cambio, pero que ponen severas trabas cuando el cambio parece ser muy “radical”. Como esto es Argentina, un país sin rumbo desde hace muchos años, no se sabe cómo va a terminar este experimento. Probablemente mal, como pasa con todo en este país. Espero equivocarme, ya que me considero uno más que no la vio venir, pero que sin embargo votó por “el cambio”.

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