jueves, 25 de abril de 2024

La dependencia de lo simbólico

Hay una fuerte dependencia en el género humano de lo simbólico. Por ejemplo, la devoción hacia las banderas, ya sea nacionales o de equipos de futbol o de otro deporte, al punto de que somos capaces de agredir a quien lleve los colores de un equipo o nación contraria u hostil a la nuestra. Ese mismo peso que tiene lo simbólico se manifiesta en nuestra dependencia del lenguaje, somos capaces de reaccionar violentamente ante un insulto; en frio podría pensarse: no es más que una palabra, nada más, no hay porque hacer tanto drama… pero es sabido que una simple palabra de más en una discusión, puede alterar tanto los ánimos como para llegar a la violencia física. Ni que hablar del dinero, que simboliza un valor, sin ese valor simbólico no sería más que papel pintado, sin embargo, estamos dispuestos a matarnos los unos a los otros por esos benditos papeles pintados. El ser humano es el animal que hace de lo simbólico algo fundamental para su vida. Sin eso no seriamos más que monos.

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