jueves, 25 de abril de 2024

El desprecio al placer

Solo puede explicarse el desprecio que ha tenido, hasta no hace mucho, la homosexualidad, tanto masculina como femenina, por el desprecio al placer que han tenido factores de poder como las Iglesias de todo tipo y los formadores morales de diferentes idiosincrasias. Sabido es que de un acto sexual entre seres del mismo género solo puede esperarse una cosa: placer por el placer mismo; entonces se estaría utilizando el “pecado original” solo para fines recreativos y no para el fin máximo, casi único, que aquellos seres odiosos le endilgan al acto sexual: la reproducción, la perpetuación de la especie. Entonces: el gran despreciado es el placer, no la supuesta desviación sexual. Así como le hicieron una guerra, absurda, a los métodos anti conceptivos, los guardianes de la pseudo moral, combatieron durante siglos a la homosexualidad, aun cuando, en realidad, muchos de sus miembros eran de estas preferencias sexuales. Es que los moralistas suelen ser casi siempre notables hipócritas.

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